Era una liebre que perseguida por un águila,
suplicó ayuda a un escarabajo para que le salvara,
entonces el escarabajo pidió al águila que a su amiga la perdonara.
Más el águila, al ver la insignificancia del escarabajo,
despreció el pedido y devoró a la
liebre en su presencia,
quedó sentido el escarabajo y buscó vengarse.
viendo el escarabajo el lugar donde el águila ponía sus huevos,
los hacía rodar y los tiraba suelo abajo.
Y viéndo el águila que a donde quiera que fuera,
no podia evitar la venganza del escarabajo;
pidió a Zeus depositar sus futuros pequeñuelos
colocarlos en el regazo de Zeus.
El escarabajo, ante semejante táctica, armó tambien la suya:
hizo una bolita de barro, y volando la dejó caer
sobre el regazo de Zeus.
asqueado Zeus por el barro quiso sacudirse tal suciedad,
y sin darse cuenta tiró por tierra la bolita de barro
y tambien los huevos del águila.
Sucede que desde
entonces,
las águilas no ponen sus huevos
en época en que salen a volar los
escarabajos.
MORALEJA:
No desprecies lo pequeño o insignificante,
pues no hay ser demasiado débil que no pueda alcanzarte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario