Estando sentada un águila en la cumbre de un peñasco
esperando por si avistara quizá alguna liebre,
La vio un cazador muy diestro,
La vio un cazador muy diestro,
y lanzándole una flecha le atravesó el cuerpo.
Viendo entonces el águila
Viendo entonces el águila
la flecha construida con plumas, exclamó:
-- ¡Qué triste es terminar mis días a causa de mis plumas!
MORALEJA:
-- ¡Qué triste es terminar mis días a causa de mis plumas!
MORALEJA:
Es más profundo el dolor
cuando nos vencen con nuestras propias armas.
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