sábado, 11 de octubre de 2014

El águila y la zorra



Tan amiga eran un águila y una zorra 
que decidieron vivir juntas con la idea de reforzar su amistad. 
Entonces el águila se ubicó en un árbol elevado poniendo allí sus huevos, 
más la zorra dejó a sus hijos entre las zarzas sobre la tierra al pie del mismo árbol.
Un día que la zorra salió a buscar su comida, 
el águila hambrienta y traicionera se llevó a los zorritos, 
haciendo un festín para sus crías y regocijandose con el banquete.
Regresando la zorra le dolió 
la muerte de sus pequeños 
el no poder vengarse de su amiga traicionera, 
¿Cómo podría ella, siendo un animal terrestre, sin poder volar, perseguir a uno que vuela?

En su consuelo débil e impotente: maldijo desde lejos a su ahora enemiga.
No pasó mucho tiempo y el águila recibiría el pago de su traición. 
Ell aguila halló en el campo a unos pastores sacrificando una cabra; 
tomó el águila unas vísceras que aún conservaba fuego, 
sin percatarse colocándola en su nido. 
Y el viento transmitió el fuego a las pajas, 
ardiendo también sus aguiluchos, 
que por pequeños aún volar no podían, 
una vez se vieron en el suelo, corrió la zorra, 
y en venganza devoró a los aguiluchos frente a los ojos de su enemiga.



MORALEJA: 
Nunca traiciones la amistad sincera, 
pues si así lo hicieras, 
tarde o temprano del cielo vendrá el castigo.

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